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Mostrando entradas de febrero, 2021

El amor victorioso

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El amor victorioso  es una obra de Caravaggio, pintada en 1602 para Vincenzo Giustiniani, miembro del círculo social del cardenal Del Monte. En un diario que data del siglo XVII, el modelo es llamado «Cecco», en italiano, diminutivo de Francesco. Posiblemente se trató de Francesco Boneri, artista italiano activo entre 1610 y 1625, y conocido popularmente como Cecco del Caravaggio. Gianni Papi establece ciertas conexiones entre Bonieri y Caravaggio, de tipo siervo - amo, que comienzan a partir de 1600. Ver Robb, pp193-196. La obra muestra a un Cupido desnudo, cargando un arco y unas flechas, mientras pisotea los símbolos de las artes, las ciencias y el gobierno. El modelo está desvestido, siendo uno de los pocos desnudos masculinos integrales del pintor, y es difícil aceptar que se trate de uno de sus siervos. El punto culminante que relaciona esta pintura con las religiosas es la intensa ambigüedad con la que el pintor maneja los modelos de diferentes posturas, ya sea sacra o profa...

La incredulidad de santo Tomás (Caravaggio)

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La incredulidad de santo Tomás (Caravaggio ) es un cuadro pintado por Caravaggio en 1602. Fue pintado para los Giustiniani. El cuadro muestra a Cristo resucitado ante sus discípulos, pero Tomás se niega a creer, por lo que Jesús le ofrece que toque sus heridas. El naturalismo típico de Caravaggio se hace presente aquí, al mostrar al santo como un incrédulo. Las luces, además, contribuyen a enfocar más la figura y a dotarla de realismo. La razón por la que Tomás se niega a creer, nos da a entender que él no tenía esa fe tan fuerte que tenían otros discípulos y que es necesaria para ser seguidor de Cristo. Año: 1602 Autor: Caravaggio Técnica: Pintura al óleo sobre lienzo Estilo: Barroco Tamaño: 107 cm × 146 cm Localización: Palacio de Sanssouci, Potsdam, Alemania https://es.m.wikipedia.org/wiki/La_incredulidad_de_santo_Tom%C3%A1s_(Caravaggio)

Piedad del Vaticano

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Esta obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver desde todos los ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal. La Virgen María, joven, bella y piadosa, cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene a Cristo muerto y que, intencionadamente, aparenta mayor edad que la madre, en una composición triangular sosegada, llena de ternura y que muestra el dolor de una madre al ver a su hijo muerto en sus brazos. La juventud de la Virgen María es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una madre eternamente joven y bella. Vasari dijo de ella: «Es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol». La obra fue encargada por el cardenal de Saint Denis, Jean Bilhères de Lagraulas o de Villiers, benedictino, embajador del monarca francés ante la Santa Sede, al que el autor co...